Todo lo que querés saber del Steel Framing y te olvidaste de preguntar

Cuando te imaginaste tu casa y empezaste a darle vueltas a la idea, empezaste
a tomar las primeras decisiones y no hay ninguna como la básica y primigenia
de entender con qué sistema construirla.

Para poder dar esos primeros pasos hay que despejar numerosas dudas.

Sobre todo, porque en materia de vanguardia, muchos tejen elucubraciones que se
distancian sobre manera de la realidad.

Es fundamental que se trace un mapa seguro que permita exponer todo lo que
hay que saber para zambullirte en la construcción con Steel Framing y no morir
en el intento.

El sitio que vas a habitar.

La oportunidad para invertir.

Un espacio con proyección de futuro.

La creación de valor.

El disfrute de la familia.

La protección de tus ahorros.

El sueño diseñado a tu medida.

La ocasión para crecer.

El salto a una etapa mejor.

El trampolín para proyección económica.

Que empiece y termine.

Que te deje conforme.

Que cuides el medioambiente y el impacto de tu casa en el mundo que dejás a tu gente.

Que te enamore con su diseño.

Que puedas hacerla vos bien asesorado con esos toques que la convierten en tuya.

Que cuentes con un socio que te lleve al puerto seguro de una inversión a largo plazo y la versatilidad de las oportunidades que presenta la vanguardia constructiva.

Estás por apostar a una nueva obra.

En una casa dejás mucho de vos.

No es una operación que te pasa desapercibida.

Cuando te zambullís, esperás que resulte lo flexible y armónica que necesitás para vivirla, que exponga tus preferencias como una radiografía y que proteja tus ingresos para darles proyección de futuro.

Frente a esta diadema de posibilidades, es esencial que te informes para encontrar el espacio seguro y confortable y dar rienda suelta al proyecto que se viene.

Aquí dedicamos este análisis a darte las respuestas perfectas para las cuestiones esenciales que tenés que considerar antes de embarcarte en una obra de Steel Framing para que tu proceso sea exitoso y confiable.

El acero tiene un calidad predeterminada. Ya su propia esencia lo eleva a una instancia estándar que pone en jaque a otros materiales.

Su calidad es predecible desde la decisión, con las gamas particulares que impone cada prestador.

Su solidez permite que no se arquee ni se deforme.

Tampoco corre riesgos de deteriorarse pudriéndose o desgajándose como puede ocurrir con la madera o el yeso.

Los montantes de madera son difíciles de encontrar, habitualmente se construyen en obra y, por otra parte, no cuentan con los atributos de perdurabilidad y solidez que, en cambio, sí permite el acero.

El acero permite ser cortado a medida (a pesar de que existen proveedores estandarizados).

Cuando se elige la pieza correcta, milimétricamente medida y cortada, no sólo se obtiene el enlace perfecto entre las piezas y lo que se desea hacer, sino que la propuesta se ajustará a la hora de montarla con el resto en el sitio de la obra sin ejercer mayores esfuerzos.

Los cortes de precisión generan un encastre perfecto y solvente desde el comienzo.

Además, un detalle que parece pequeño pero se transforma en importante para el planeta y para tu bolsillo es el modo en que baja el desperdicio cuando la pieza es cortada a medida.

La exactitud ahorra trabajo, reduce traslados inútiles, encastra perfecto toda tu casa y no sólo no quedan restos de descarte que contaminan el planeta al volverse poco utilizables, sino que, por otra parte, es un ahorro de dinero que, de otro modo, también sería descartable.

Los tamaños estándares de otros tipo de construcción y de aquellos que montan no a medida no garantizan estos diferenciales.

El acero y los revestimientos que montes sobre él siempre se pueden se pueden pintar, reciclar y reutilizar, a diferencia del cemento y la madera que terminan como deshechos inexorablemente.

Esto suma otro punto extra al cuidado del planeta del lado consciente de la construcción, pero, a la vez, otorga una maleabilidad de diseño impensable con otros sistemas arquitectónicos que demarcan posibilidades sólo por el peso estético de sus propias estructuras.

En el sistema de Steel Framing el acero que forma su corazón es predecible.

Cuando se adquieren piezas de madera o ladrillos, cemento o similares, las partes pueden tener diferencias, daños, dobleces, deformaciones, torceduras…

Sin embargo, salvo que una pieza de acero esté dañada de origen y, por lo tanto, exija su cambio, los montantes de acero son impolutos, llegan en perfecto estado, erguidos como un junco elegantemente rectos, lo que hace a la construcción totalmente predecible: lo que llega está excelente para usar en el momento en que se recibe, sin desajustes ni demoras.

La durabilidad que espera del lado del Steel Framing es invalorable.

El sistema de construcción en acero tiene el particular atributo de evitar los problemas más usuales de humedad de cimientos y el moho.

En espacios con humedad moderada y pasaje de cañerías (baños, cocinas y lavaderos) se utilizan unas placas que se pueden revestir con todo tipo de terminaciones.

Por lo común, las condiciones por las que este problema emerge en las viviendas corresponde a la capilaridad o la condensación.

Para ambas situaciones, la causa lineal es el modo en que fueron construidas las propiedades. Las viviendas con estructuras de acero no se caracterizan por limitaciones que son propias a las construcciones tradicionales de hormigón o ladrillo.

El modo en que se compone el armazón y las estructuras del Steel Framing permite un aislamiento perfecto entre el suelo (con o sin humedad, y tu casa.

Frente a ello se elimina la humedad por capilaridad. La construcción tradicional trabaja con materiales porosos que absorben y almacenan agua.

Los materiales responden a su naturaleza: al humedecerse transportan agua hacia
arriba.

Con las construcciones de Steel Framing no se trabaja con materiales porosos.

La membrana de agua y aire actúa como un drenaje que impide que el agua entre y drena el muro hacia afuera y hacia abajo.

La humedad es, así, repelida en vez de ser atraída.

Algo similar ocurre con los muros. La mampostería absorbe y acumula agua.

Cuando se satura, emerge en paredes y cielorrasos.

A diferencia de esto, las construcciones de Steel Framing no requieren de membranas extra que repelan
la humedad.

La aleación de aluminio y zinc provee medio siglo de vida útil.