4 de los errores que muchos cometen y vos no en tu casa Steel Framing

Necesitás pensar en un diseño, una gestión y una dirección para resolver tu nueva arquitectura de modo eficiente y que satisfaga con empatía las necesidades de vivienda y espacios que soñaste.

No te zambullas con ingenuidad.

Hacelo con sabiduría.

No es un proyecto más.

Es tu casa.

O es el sitio al que estás destinando tus inversiones.

No es una propiedad hecha de a ratitos libres los fines de semana.

Estás apuntando a otra velocidad, profesionalismo y proyectos.

Entonces, no dejes que los errores se acumulen.

Un buen paso, predice otro buen paso.

1 – No dibujes en una servilleta

No vale tu diseño con el lápiz del colegio de tu hijo o con la lapicera que te prestó el mozo del bar.

Hacelo serio.

No elijas construir tu casa sin un profesional serio que diseñe tu anteproeyecto.

Tené en cuenta que vas a recibir un conjunto de planos o maquetas que explican de manera gráfica el diseño de las plantas, cortes y elevaciones de lo que vas a construir.

El dibujo debe estar a escala y ceñirse a los resultados estudiados.

Ese va a ser el manual de instrucciones que seguirá luego quien dirija la obra.

El profesional que te acompañe, además, va a desarrollar un trabajo que va a responder a las disposiciones vigentes establecidas, lo que te va a ayudar a agilizar los trámites posteriores de habilitación legal de tu obra y, más tarde, la propiedad.

Que ese sueño se transforme en papel que permita que todos los que se involucren en la construcción de tu espacio puedan traducir lo que dibujaste en tu cabeza, es la garantía de que el concepto se concrete.

El trabajo de traducción desde tu concepción a esos documentos va a permitir jugar con una tormenta de ideas para transformar lo que pensaste en viable, seguro, perfectible, optimizable.

Vos sabés lo que querés. Los profesionales conocen las posibilidades de llevarlo a cabo y las mejores opciones para hacerlo.

2 – El que mucho abarca…

No sólo termina perdiendo el control. No hay varitas mágicas.

El arquitecto es un profesional de carne y hueso que, gracias a su ductilidad, podrá transformarse en el psicólogo de tu proyecto.

Va a poner escucha para entender lo que soñaste.

Hará las preguntas precisas para acercar ese imaginario con lo que efectivamente necesitás.

Te opondrá los cuestionamientos difíciles y las dicotomías que no te atreviste a confrontar.

Su arte no es magia, aunque te parezca.

Que funcione depende del ensamblaje.

El encastre se logra con entendimiento.

Que sepas explicarle, que juegues sin trucos, que te abras con tus deseos.

Que te entienda, que se anime a descartar lo que no sea pertinente, que no se quiera salir con la suya, sino con la tuya.

Sin soberbias personales, sino con confluencia para que el sueño sea papel.

Su presencia es de valor técnico clave para que tu camino sea seguro y tu casa no corra peligros.

No vas a querer que esté ahí como genio de lámpara mágica.

Vas a valorar sus “no” justificados, porque esos límites a tu ingenio te van a asegurar que busca llegar bien al objetivo.

Su tarea no es mágica.

Es baluarte de reflexión para crear entorno y espacios habitables, confiables, amables y creativos.

3- Mantener el control de los números

Aquello que apuestes a la hora del proyecto va a repercutir en el modo en que transites el momento de la acción en tu casa.

Hacé de esta idea un mantra: corregir en el papel es más fácil que derribar un muro.

No es igual si se trata de un plano en un papel. Va a ser un diseño con la idea 360º, con el involucramiento multidimensional que tu obra requiere: diseño, estética, funcionalidad, arquitectura, ingeniería.

Resolver tu nueva arquitectura de modo eficiente y que satisfaga con empatía las necesidades de vivienda y espacios que soñaste va a implicar honorarios.

Pero que existan implicará que no gastes después, cuando eso que imaginaste no se pueda construir, cuando no encuentres el material acorde al planteo que tuviste, cuando te percates que hay que componer los ambientes de un modo diferente para que el sol entre por las ventanas o cuando debas duplicar el trazado del gas para que una la fuente de emisión con la cocina.

 Todas las erogaciones cuentan. Pero las que pesan son las que no fueron previsibles.

4. Asegurate de comprar lo que querías

No, no, Steel Framing no es una prefabricada.

Ojo con las imitaciones.

 No te dejes rodear por las palabras bonitas de los vendedores.

Hacé foco. Lo que el mercado conoce como vivienda prefabricada no es Steel Framing. 

Es verdad que este modo de construcción permite el prearmado de algunos de sus componentes, tanto en taller como obra.

 Pero difiere mucho de una casa prefabricada, que no se calcula de acuerdo a dónde se construye, sino que es la misma siempre, independientemente de si está montada en una zona sísmica, de viento o de nieve.

En Steel Framing tu casa es única, cortada acero por acero del tamaño que necesitás.

El Steel Framing es un estilo de construcción sólido, versátil, veloz y seguro.

Este método de encuadre es el elegido por los estudios de arquitectura en Toronto y Nueva York, entre otras ciudades importantes que son vanguardia en el desarrollo de la arquitectura para el hogar.

Se basa en un entramado de perfiles y chapas laminadas en frío de acero galvanizado.

Provee posibilidades de diseño.

Una solución que puede reducir costos y tiempos de obra y constituye una solución contemporánea, semiindustrializada y eficiente.

Utiliza aislamientos térmicos y acústicos, lo que favorece el ahorro de energía en calefacción y refrigeración.

En las viviendas construidas con el sistema de Steel Framing se reducen las patologías propias de la obra húmeda.

El acero y el aluminio son reciclables y, a diferencia de otras materias primas de construcción, a menudo se cortan al tamaño correcto antes de llegar al sitio de construcción, lo que reduce el desperdicio.